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sábado, junio 16, 2007

PESADILLAS DE CENAS INDIGESTAS



Uno de los pequeños tesoros más apreciados de mi propia BeDeteca es la única edición española conocida de Pesadillas de cenas indigestas, del genial Winsor McCay, siendo este uno de los casos en los que su titulo original suena mejor que su traducción, Dreams of a Rarebit Fiend aunque es de agradecer que no hayan adaptado su traducción literal que sería Sueños de un adicto a la fondue de queso. En fin, ya encontraran una aclaración mucho más detallada por parte del traductor, Alberto Cardin, al principio del álbum. Volviendo a este, mencionaré que ha sido una brillante iniciativa de Laertes Comic teniendo en cuenta el año en que fue publicado, en 1984, una época en la que el culto a las obras antiguas no estaba muy asentado.
Sin embargo, y como ha venido sucediendo hasta el día de hoy, no es esta sino una edición parcial de sus planchas y sería raro que siguiesen un orden cronológico pero lo único que interesa es que se puede disfrutar de una exquisita porción de la infinita genialidad de Winsor McCay. Dreams of a Rarebit fiend fue publicado en el New York Evening Telegraph desde el 10 de septiembre de 1904 hasta el 25 de Junio de 1911 y es una obra anterior a Little Nemo in Slumberland que se comenzó a publicar en el New York Herald en1905. Aunque siguen una temática similar, el del mundo de los sueños, Dreams of a Rarebit fiend siempre se vió eclipsada por Little Nemo pero visto con los ojos de hoy no desmerece en absoluto su genialidad.
Antes de continuar, es de señalar que en Dreams of a Rarebit Fiend, Winsor firmaba con el seudónimo de Silas, lo cual requiere una pequeña explicación que no es sino la de diferenciar su trabajo en el New York Herald del de New York Evening Telegraph. Como curiosidad añadiré que tal seudónimo fue adoptado del barrendero de la calle en la que trabajaba.
Y, bueno, una vez barridos los mendrugos informativos para ser depositados en el cubo de la basura que es nuestra oquedad craneal, paso a comentar el álbum. ¿Cómo empezar? No sé si servirá de algo decir que, mientras se lea, se tenga en mente el año en que fue creado, casi al principio de la historia "oficial" de los cómics, para darse cuenta de su genialidad, ya que aportaba planteamientos, temáticas y recursos gráficos impensables. Para muestra un botón. La página en la que el soñador asiste a su propia muerte se plantea visto a través de los ojos del fenecido.
Con una disposición de un sueño por página, el libro nos va ofreciendo diferentes pesadillas de unos sujetos que han cenado copiosamente Fondu Galesa, comenzando casi todas con una escena cotidiana que se va surrealizando hasta extremos insospechados, y terminando estas con con una viñeta del soñador despertándose en su cama. Un final idéntico al que ofrece Little Nemo in Slumberland pero si en este se destacaba el positivismo y la alegría de los sueños infantiles, Dreams of a Rarebit Fiend, destinado a un público adulto, es más malicioso, retratando los temores más oscuros del subconsciente adulto, nada inocentes aunque se traten de forma humorística para el lector. La vergüenza, el deseo y la sospecha de la infidelidad, el que pensarán, las fantasías transexuales, el afán de destrucción, los complejos, la dominación maternal, el temor a ser descubiertos, las fobias, el tabú sexual, el miedo a la muerte, el canibalismo, el anhelo de la infancia perdida y un largo etcétera. Lo que más me llama la atención es el realismo con el que están plasmados y no hablo de su grafismo sino de su capacidad de Déjà Vu, de hacer decir esto lo he sentido yo. Un toque Freudiano que acentúa su cercanía con el leyente. Además todos los protagonistas están dotados de una verborrea casi mental que no hace sino imprimir un mayor realismo
Otro aspecto de sobras conocido y que alcanza su culminación en Little Nemo in Slumberland es su imaginería gráfica, empleado con una inteligencia sorprendente y que se adapta a cada tipo de situación determinada, como la del tipo que se quería probar un traje y se va estirando y encogiendo como un truco barato de Photoshop. Y ahí esta su genialidad, en su plasmación de las fantasías con una modernidad sobrecogedora. Todos hemos flipado en colores con el videoclip de Michael Jackson en el que distintos tipos se iban transformando uno detrás del otro al ritmo de la música y más tarde nos enteramos de que se ha usado una técnica denominada Morphing y hoy en día ya no nos sorprende pero para la época fue genial ¿no? Pues lo mismo debieron sentir los lectores de la primera década del siglo XX con cada una de las tiras de prensa de Silas.
Bueno, mucho se podría escribir sobre la obra de Winsor McCay, entre ellas su disposición de la página y de la viñeta pero tampoco me quiero alargar demasiado así que remataré con un anuncio y un regalo.

Recientemente, en La Cárcel de Papel se ha anunciado la edición completa y cronológica de Dreams of the Rarebit Fiend lo cual ya nos queda esperar a que llegue pronto a España.

Y el regalo, espero que sepan apreciarlo. Tres animaciones y una adaptación al cine de Dreams of a Rarebit Fiend.



Que lo disfruten.

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