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jueves, julio 07, 2005

SOBRE LA COLECCIÓN DE CÓMICS DE EL MUNDO



La colección que lleva por título Las mejores historietas del cómic español y que ofrece desde hace dos semanas el diario de El Mundo debe ser una de las pocas que estoy siguiendo y ya hace tiempo que tenía que haber comentado algo sobre ella pero más vale tarde que nunca.
Para empezar, vayamos con la selección de autores. Lo más destacable y quizás uno de sus factores más negativos es la omnipresencia hasta la saturación de Ibáñez y sus historietas de Mortadelo y Filemón, 13 Rue del percebe, Pepe Gotera y Otilio, Rompetechos y El botones Sacarino, dejando casi inapreciables a los Zipi y Zape de Escobar y el Superlópez de Jan, sin preocuparse de otras creaciones de los mismos autores como Petra y Carpanta o Pulgarcito, aunque para los fans acérrimos de Ibáñez esto pueda suponer la alegría de la huerta.
Por otro lado, el elenco de autores escogidos, concretamente tres, es excesivamente reducido cuando hay tantísimos autores a la misma altura que ellos y no todos de la escuela Bruguera que es de donde proceden estos tres, pudiéndose haber dado una lista de autores mucho más variada y con historietas de mejor calidad. El título de la colección no hace justicia a sus contenidos.
Teniendo en cuenta que esta promoción ha surgido a raíz de la competencia con otra colección de otro diario, El País, no se han preocupado demasiado en superarles en cuanto a diversidad autorial.
Frente a este defecto, podemos encontrar otras virtudes siendo una de ellas la gran cantidad de páginas, en algunos casos alcanzando las doscientas, ofertadas a un precio de risa además de publicarse la casi totalidad de los álbumes de Superlópez aunque estas no sigan un orden cronológico ni haya planes de que aparezca el primero. Además la edición de los álbumes es correcta y con una buena calidad de impresión a la que quizás se le pueda achacar un formato algo más reducido que el original.
No es una colección redonda pero si interesante sobre todo a la hora de rescatar de la memoria aquel álbum que tan buenos ratos nos hizo pasar así como la posibilidad de tener un amplio elenco de historietas de nuestros personajes preferidos. Como unos Súper Humor a dos euros.
Bueno, bonito, barato. ¿Qué más se puede pedir?